18/3/10

El estado de las cosas



JOSÉ MARÍA PALLAORO
EL ESTADO DE LAS COSAS

City Bell, 2001 - 2002





¿Nada que decir?
¿Nada nada que escribir?
Por eso mismo


1. 
LA PROFUNDIDAD DEL OJO


No te preocupes si 
me acerco con las manos vacías
Se colmarán de espinas 
cuando en tu piel palpiten 


La noche pasa
en la cama despierto
regreso solo 


Tarde de ruidos 
En un rincón del pensar
dejan sus sombras


Esta vez digo 
una noche por un día 
basta de sueños 


No hay imágenes que convertir en palabras
No hay palabras que se llenen de emociones
No hay emoción cuando el pájaro que esperábamos
es solo una piedra caída de la copa de un árbol


¿Piedra arrojada por un niño 
desde la casa abandonada?

¿Resto de madera 
amputada del cuerpo del árbol?

¿Solo una arrugada dorada hoja pesada 
piedra inmóvil en el piso? ¿Muerta?


En el silencio la pena 
El viento la cubre de viento
En el corazón detenido la nada late


Aunque quisiera la suerte no está
Algo dice: todo pájaro despliega sus alas
En este caso cae de la rama más alta del paraíso


Aire que besa la frente
El mendigo abre los ojos
El viento azul descubre un cielo y da vida


Posibilidad de mirar a los ojos que mira otros ojos
Necesidad de quién sos y verte 


En el pico de la paloma soy pedazo de pan 
Vuelo hacia un lugar-hogar familia
En bocas de la vida pedazos de mí 


Los pájaros saltan sobre los escombros
La casa vieja tiembla 


El viejo sonríe 
Desde el camastro su osamenta recibe lo lejos  
en la boca de un hombre que espera un milagro


Sol sol sol sol sol
luz de noche en la calle 
aire de piedras 


Duerme como pajarito
¿O descansa como pajarito?
Sin conmoverse 
el frío de lo oscuro transpira 


Óxido que carcome la silla abandonada en la penumbra del patio
Humedad que no permite distraerse en lo seco de los escombros


La libertad de mirar la frente del otro 
cuando le frunce el ceño el sudor del miedo 


Escombros en el frente de la casa
Pájaros hurgando entre las piedras
Lombrices se retuercen
Y vuelan hacia el habitar de los picos abiertos


Los chicos gritan
Juegan en la calle con la inocencia de la podredumbre


Miré la luna aparecida en el ocaso 
Cuando cobró cuerpo oscureció su rostro
y cerré los ojos para recordarla 


Basta de escribir
La imaginación se distrajo con la lluvia



2. 
EL ESTADO DE LAS COSAS


Las voces familiares

El hombre piensa que solo 
de mañana puede encontrarse

Es en una hora exacta
en la que se lavó la cara
calentó el agua para los mates
                       y está sentado

Frente al luminoso ventanal
es que el hombre piensa

luego se levanta
retoma el rito de encender la radio

las voces familiares se adueñan del lugar
y escucha  



Sin un lugar en el mundo

Las ventanas de la casa abiertas
Los ojos como ventanas
En oscuridad el afuera 
En la oscuridad el adentro 



El estado de las cosas, 1

La poesía es un ojo enterrado 
en un océano de palabras


El estado de las cosas, 2

¿Acaso la palabra 
es el ojo tuerto 
de la poesía?



Caminata

Una lengua en el cielo la tarde es 
cicatriz que sangra



Toda la paciencia del mundo, 1

 “No abrir las heridas 
del pasado” 

y quedo callado 
abierta herida  
sin cicatrizar


Toda la paciencia del mundo, 2

“Lo culto es aburrido” 

Muestro la mejor de mis sonrisas 
y condescendiente
con la mano 
digo adiós 



Marcas

No digas que la tarde es una marca en el cielo
Solo son señales que al marcharse las nubes dejan 



Naderías

Sin escribir 
Palabra caída 
Soplada por lo que perdura 
a la nada



Los dueños de la tierra

Y del aire y del sol

¿Es verdad esto 
que digo? ¿Alguien puede adueñarse 
del sol? ¿Prohibirlo postergarlo 
oscurecerlo? ¿No permitirnos 
su calor?

Digo que los dueños 
de la tierra y del aire y del sol



Un mundo 

Para escribir tu nombre
necesito un mundo



Peceras 

Ni siquiera miradas
Apenas un leve gesto 
de la cabeza 
que se inclina


Lleva la mano a la frente
y el mundo oscurece el mundo


Tener la capacidad de no tener
Nada en la cabeza un pez
En la pecera que nadie cuida



Carne

Daba la impresión de haber sido 
un ovejero de los Cárpatos

Enterraba la cabeza el mestizo 
en el agujero del lobo muerto

Arrancaba la carne
lamía 
la herida que iba abriendo



Ella trajo 

caliente vino surero 
frascos de tomates y ajíes y berenjenas

Lluvia de domingo 
brisa del sur que moja



La música 

llega desde la habitación más lejana

Al menos eso creo 
en este día de invierno donde el sol 
inalcanzable abraza



La lluvia 

Nunca agachamos la cabeza ante el otro
Salvo para la reverencia
Un cuerpo sumido al otro
Los dos danzando ante la lluvia 



Paraísos

Revisa discos viejos 
De grande aprendió 
la fórmula para protegerlos 
Se necesita en partes iguales 
agua destilada y alcohol y kerosén 

Después gira su propio incendio musical 
festejando en el paraíso



Como 

barco que se aleja 

Tu mano lejos de mí 
no escribe

Como pájaro que no 
da sombra

Silencio triste 
en el fondo 
del mar



Plaza La Emilia 

Luego de caminar el domingo
el hombre enciende el primer cigarrillo 

En la mañana bolsas negras y ramas secas
confirman que la vida es un péndulo 
cada vez más cerca del abismo


En los bancos tristes hojas de eucaliptos 
coronan tablas inexistentes


¿Maderos que alguna vez 
sirvieron para descanso
de los que quisieron 
cobijarse en la tierra
o aferrarse a ellos 
para sobrevivir 
de los naufragios?



Una mujer

Como evidencia certera de que seguimos vivos
gira alrededor del mundo 
desde su infinita belleza 



Las risas de la calle

en nuestros corazones
la isla y el mar  
calman sueños endurecidos 
donde no hay banderas de victoria 



El hombre de letras ahora toma leche

y con el sabor aún 
rondándole en la boca
se pregunta qué habrá
detrás de ese parcial alfabeto

Y ante el vaso vacío 
nace de la claridad las palabras

Libertad esculapio ciudad hortensia entropía

“Y es posible que en su interioridad 
haya otros universos”

piensa 
cerrando el libro y volándose
la cabeza



El hombre ciego

esperó la noche
y en esa noche 
temblorosas estrellas
le hicieron recordar 
que cuando pequeño 
de alguna supo su nombre 
terrestre

Quizás por eso cuando cerró los ojos
–brillantes intimas– estrellas seguían dentro de él



Así estamos

Lejos uno del otro
Lejos 
Muy lejos
En mí



¿En la noche compartir solo el pan? 

Pan que confunde los sabores la mirada
Hasta que la boca se nos seca 
y se humedecen los ojos 
y comprendemos 
que es la sed la que nos alimenta



Más adelante decís 

Cuando la noche caiga 
las obligaciones 
por un momento 
lejos de la casa 
y de los afectos
Seguro: tu luz 
en mis ojos 
como verdadera dicha



Ventisca 

El mirar se detiene 
en vos 

trae 
lo que no sé 



La noche no le hace olvidar 

del dolor de cabeza
Los pájaros que anidan dentro 
quieren volar
y sabe: en la mañana 
el agua descubrirá un rostro definitivo



Me quedo en casa

Para no ver 
quité espejos
me arranqué los ojos
me corté la lengua
me até las manos
para estar al día
con las cosas
mi vida avanza
sin dudas
quieta
quieta
ante un viento que nunca termina 



Los golpes

se suceden unos a otros 
dejan lugar a un silencio
inexistente
Luego retornan 
En su volumen 
algo sordo pareciera protegernos

 

*


1. LA PROFUNDIDAD DEL OJO


2. EL ESTADO DE LAS COSAS 
Las voces familiares (01.01.02)
Sin un lugar en el mundo (21.01.02)
El estado de las cosas, 1, 2 (21-01-02)
Caminata (4.04.02)
Toda la paciencia del mundo, 1, 2 (04.04.02)
Marcas (04.04.02)
Naderías (1.06.02)
Los dueños de la tierra (1.06.02)
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