30/7/11

Setenta y 4 en revista Posdatas, lo que queda por decir del arte


Nuestro agradecimiento a:
POSDATAS. LO QUE QUEDA POR DECIR DEL ARTE.
AÑO 1 Nº 4 – Invierno de 2011
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Dirección de Paola Boccalari. Diseño y producción: Mario Frías.
Buscala en kioscos de revistas, centros culturales, en lugares donde el arte tenga algo que decir
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28/7/11

Tararea



HUMOS


     El humo de un cigarro me hace oír, tararea, el ruido de la gente al caminar, y le pega al teclado de la portátil. La cervical, un muñón deforme. El frío cala las rosas del olvido. Hay ruido de magia. El portón de calle se va abriendo, ahora, se va cerrando el portón. Entraron los duendes de la casa. Es hora de la  última pitada, es hora del cigarro que dejó antes de ingresar a terapia intensiva, cuando estaba vivo para otras cosas, y no tarareaba. 


Foto: Jmp. Dueño.

27/7/11

Lo mejor del pescado


PESCADO


Saltó de la pecera. Y cayó sobre el piso de cemento. Pasó de pez a pescado. Para nada rabioso.


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25/7/11

Con la yugular



VIAJES


Esta mañana, al afeitarme, me hice un corte en el labio superior (lado izquierdo del espejo). Corrió sangre, mucha. Todavía no me animé a intentar con la yugular.


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Foto: Jmp. Viajes.

23/7/11

Setenta y 4, nuevo libro de poemas



Así es, un nuevo libro de poemas, con una hermosa portada con dibujo de Daniel Santoro (bello, bello) y cálidas palabras de Alberto Szpunberg (gracias, querido maestro!). Editó El Suri Porfiado, y lo estaremos presentando en septiembre en La Plata y en Buenos Aires y donde pinte. Mi agradecimiento, inmenso, al poeta Julián Axat, querido amigo. A él está dedicado Setenta y 4.
Comparto algunos textos: 
     City Bell, 1973

     Las ventanas nunca se cerraban. No existían rejas ni mosquiteros, y los gatos entraban y salían a su antojo. Las ventanas eran las puertas de animales que no asesinaban.


     Pronóstico

Jueves
16 de septiembre de 1976

Para hoy
en el país y alrededores
leve descenso
de la temperatura

En La Plata
ascenso
de la mortalidad
estudiantil


     Rock del país

     Dicen de la estrella federal
Debe estar húmeda
No al sol

Pero colmada de luz


     La complejidad del mundo

     La otra tarde observé a un pájaro que trataba de romper un pedazo de pan duro con su pico. El pájaro parecía estar ajeno a todo lo que pasaba a su alrededor. Sólo era él y un pedazo de pan.

En libreta de hule. Lunes 15 de abril de 2002, 13 hs.


     Rosebud

     La salida del infierno
deja llagas por siempre

Ceniza
de pimpollo de rosa
en el fuego
del atardecer


     Metrópolis

     Un moderno
sistema de castas

Pegarles
a esos cabecitas
en la cara
como estrategia
principal
y que caigan
al piso
y patearlos
hasta que no quede
más que una
masa amorfa

Una bolita
Un no nacido

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19/7/11

Edita/2 en CCC


Viviana Abnur, Ricardo Rubio y José María Pallaoro


El jueves 14 de julio participamos con los amigos de La Luna Qué(los poetas Ricardo Rubio, Carlos Kuraiem y Andrés Utello)y la coordinación de Viviana Abnur, de Edita/2. Fue en el Centro de la Cooperación Floreal Gorini, sala Meyer Drubovsky. Muchas gracias por el convite. En foto, además de los mencionados, Julián Axat, Carlos Aprea, Carlos Aldazábal, Silvia Castro y Osvaldo. Un encuentro de poetas y editores independientes.

15/7/11

Las apuestas comunes



LA MÚSICA DE TODOS ESTOS AÑOS

Un tal Blas Parera
etc… etc…

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9/7/11

En el Centro Cultural de la Cooperación



Edita/2: El jueves 14 de julio a las 19 hs., en el Centro de la Cooperación Floreal Gorini, sala Meyer Drubovsky (Avenida Corrientes 1543, CABA) y con la coordinación de Viviana Abnur, nos encontramos con los amigos de la editorial La Luna Qué (los poetas Ricardo Rubio, Carlos Kuraiem y Andrés Utello).
Por Libros de la talita dorada vamos a estar: Julián Axat, Carlos Aprea y José María Pallaoro (io).
Un encuentro de poetas y editores independientes.

6/7/11

Una estampa pegajosa en la blanca y vacía pared



JUEGOS


Hay un juego que llaman El ahorcado. Simplemente, se necesita papel y lápiz y un otro para jugarlo. Pero estoy solo. Y aún así, contra el yo-el mismo, lo juego, catorce veces. Termino colgado, figuradamente, siempre, si no fuera por esa sombra que péndula, cada vez más lenta, más lenta, como una estampa pegajosa en la blanca y vacía pared.


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5/7/11

La escasez del mirar






   Tus ojos miran
Entre el cielo y la tierra
escasas cosas


Foto: Jmp

2/7/11

Un manojo de jabón en polvo a la espera de una seca sin olores extraños



ÚLTIMO TREN HASTA OTROS MEDIOS POR VENIR


El de las diez y cinco se suspende. Debo esperar el próximo tren. Lo mejor, comprar el diario para entretener el tiempo por falta del libro olvidado sobre la mesa. Pocos pasos me alejan del kiosco de revistas de la vieja estación. Miro. Los que suelo leer, como páginas de tiempo en diagonal, no existen, no están. Dejan uno o dos, dice el muchacho que me atiende. Ajá, digo yo, y con tono de cabalgata de hípico: Qué bueno que a las nueve de la mañana se esfume información del país real. Salvo estas altas pilas de papel que ni con una escoba nos animamos a tocar. Se ríe el muchacho del kiosco de revistas de la vieja estación. Es cierto, dice, es que editorializa también la cooperativa. Ajonjolí, digo, señalando con índice acusador al baño químico que cruza el Camino del Centenario, el que obsequia el diario del día a todo consumidor que lo solicita. Lava dinero, dice el muchacho. Alguna vez lo mismo se cruzó por mi cabeza. Tal vez no sea extraño lavar dinero en La Plata. Hace algunos años compré un lavarropa. Todavía no aprendí a usarlo. Lo que está y no se usa nos fulminará, tarareo. Antes (en verdad lo sigo haciendo) lavaba las telas íntimas en un balde con agua fría. Las remeras, las medias y los calzoncillos. Pero nunca se me ocurrió lavar dinero. Aunque alguna vez enjuagué remeras con billetes en los bolsillos. Por suerte, los pude recuperar. Los billetes, digo. Lavar dinero en serio, eso sí que nunca se me ocurrió. Soy un mal lavador. La ropa suele quedarme con pintitas blancas del jabón en polvo. A veces, el bonja escasea y las medias no huelen bien aunque se doren a la media sombra del sol. Lamento divagar estas cosas, por la sencilla razón de que olvidé guardar un libro en el bolso, y en el kiosco no están los diarios que quiero leer. Escucho entre el ruido, un tren que se acerca. Una hora y cinco hasta Constitución. Observaré por la ventanilla una minúscula parte del país, con la conciencia limpia remojándose en un balde con agua fría, y un manojo de jabón en polvo a la espera de una seca sin olores extraños, y de otros medios por venir.

Foto: Jmp